Hostias Vivas, Uno con la Víctima Intercesora

Al contrastar el ejemplo del Antiguo Testamento donde Moisés está frustrado y enojado con el pueblo israelita y las quejas de los israelitas con el maná (Números 11), y las palabras de Jesús en Mateo 11 sobre tomar Su yugo sobre nosotros y aprender de Él, entendemos cómo vivir más íntimamente unidos con Jesús en Su vida Eucarística.

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Hostias Vivas, Uno con la Víctima Intercesora

7/8/25

I.               Víctimas intercesoras unidas a Cristo, la Víctima intercesora

¿He concebido yo a todo este pueblo o lo he dado a luz, para que me digas: “¿Coge en brazos a este pueblo, como una nodriza a la criatura, y llévalo a la tierra que prometí con juramento a sus padres”? (Números 11,12)

Yo solo no puedo cargar con todo este pueblo, pues supera mis fuerzas. (Números 11,14)

-       Mira la opresión y la oscuridad en tu familia como la misma oscuridad que hay en el mundo y en Mi Iglesia… Esta oscuridad también oprime Mi Corazón, y Yo sigo sufriendo… 29/11/10

Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera». (Mateo 11, 28-30)

-       Tomad mi yugo

·      Caminar con Jesús en su obra, en su misión, en colaboración

·      Corredentores con María, Víctimas intercesoras con La Víctima

·      Él nos guía, hace más ligera y fácil la tarea, sin permitir nunca que el peso de la cruz nos aplaste, Él lleva el peso mayor, «mi yugo es fácil y mi carga ligera».

·      CONFIAR

o   La corona de gloria es la corona de los mártires… Persevera en llevar la corona de muchas espinas. Estoy permitiendo que recibas la opresión [que hay] en los corazones de los demás siendo una Conmigo… Sufre esos ataques, pequeña Mía, con perfecta confianza y amor, obteniendo gracias para tantos que se encuentran oprimidos. Esta vida oculta de sufrir la opresión de otras almas Conmigo te obtendrá la corona de gloria. 26/12/13

-       yo os aliviaré

-       aprended de mí

·      Como un pastor que apacienta el rebaño, | reúne con su brazo los corderos | y los lleva sobre el pecho; (Isaías 40,11)

·      Pieta

o   Recibí entonces el pecado y el quebranto de cada uno de los Apóstoles en mi Corazón de Madre como una con Dios, y los abracé en el abrazo de la Trinidad. Continué la vida de mi Hijo en la tierra después de Su Ascensión. Continué viviendo la crucifixión interior siendo una con Cristo, viviendo así como Su hostia viva, una en Su vida Eucarística, como gracia para la Iglesia naciente.

A esto, pequeña mía, es a lo que os llevo ahora a cada uno de vosotros (AC): a ser un solo cuerpo, una sola sangre, un solo sacrificio, una sola víctima con mi Hijo que es uno conmigo.9/3/2

·      La mirada de Cristo

o   Hija Mía, debes elegir amar siempre. En tu familia ama a través de tu silencio, ama a través de tu mansedumbre, ama en la bondad, ama en la paciencia, y persevera en el amor. 29/11/10

II.             La Eucaristía, el Pan de Vida

-       Mateo14, 13-21 dar de comer a los cinco mil – 5 panes & 2 peces

-       Trabajad no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre (Juan 6,27)

-       «Yo soy el pan de vida. (Juan 6,35)

-       Pequeña Mía, para ser Mi hostia viva, es necesario que perseveres, sufriendo el intenso dolor de tu corazón unida a Mí y a María. Este dolor de tu corazón se convierte en mi alimento diario de tu amor por mí. Este pan de cada día es Mi deleite y consuelo en medio de un océano de dolor. 19/7/25

-       1/8/25

Vivís en Mí y para Mí

Pequeña mía, estoy haciendo nuevas todas las cosas a través de los pocos, del pasado, del presente y del futuro, que se hacen uno conmigo en Mi vida Eucarística. La gracia que estás recibiendo, junto con todo Mi granito de mostaza, es la gracia de la transformación en Mis hostias vivas. Vivís en Mí y para Mí.

Vivís para acompañarme en Mis continuos gemidos; 

Participáis conmigo en Mis dolores del Corazón; 

Vivís contemplándome y dándome gracias con corazones rebosantes de gratitud; 

Derramáis lágrimas de amor por Mí, vuestro amado Esposo.

A estas pocas almas, el Padre les da el poder de Dios para derrotar a Satanás. Cree, hija Mía, cree y proclama lo que Yo digo y lo que estoy realizando en ti, porque aquellos que tengan la humildad de escuchar y seguir, se convertirán en Mis grandes santos de los últimos tiempos, dando paso a la nueva era de paz en el mundo. Creed y confiad en que Yo estoy haciendo nuevas todas las cosas. Dadme toda la gloria y el honor continuamente. Id en paz.

Meditación de Dreimi

Desde el sábado pasado después del cenáculo comencé a contemplar la Eucaristía y una pregunta surge con fuerza en mi interior:

A diferencia de cuando fue el Señor quien preguntó a nuestra madre Lourdes: “¿Qué ves?”, según nos compartió, esta vez no fue Él quien me lo preguntó directamente. Fue en el silencio donde comencé a hacerme yo esa pregunta: “¿Qué veo al contemplarte, Jesús?” Así comenzó este diálogo interior que fue abriéndose como un don en mi corazón.No tenía respuesta concreta pero la pregunta me acompañaba como una llama dentro de mí.Fue hasta hoy martes, al terminar la adoración, que mi corazón comenzó a ver con claridad. Como si los velos se fueran retirando lentamente, comencé a experimentar imágenes interiores tan vivas que iban más allá de lo que mis ojos podían mirar en la custodia.

¿Qué veo en la Eucaristía?

Veo a Dios que se hace hombre, descendiendo por amor hasta lo más pequeño. Veo a un niño que llora, abrazando con ternura la pobreza y la fragilidad humana.Veo a Maria que espera silenciosa y ofrece su fíat aun sabiendo que su Hijo terminará en una cruz.Veo a ABBA que escucha con corazón amoroso al hijo diciendo: “Perdónalos”, mientras da Su vida.Veo el dolor de la redención, un Dios que no se apresura en bajarse de la Cruz, porque se glorifica en el sufrimiento por amor.Veo la inmensidad de la creación contenida en la humildad de un pedazo de pan.

Veo el pañal de la cuna, el rostro en el manto de la Verónica y Su imagen sagrada en la Sábana Santa...

Veo la huella viva del Amor que se hizo carne.Veo al Dios que quiso dejarse encontrar en lo pequeño, en lo oculto, en lo que no brilla.

Veo un brazo redentor que toca el alma y sana las heridas.Veo el Agua Viva brotar de Su costado, calmando la sed profunda de los corazones.

Nada me falta, porque lo veo a Él…y en Su mirada encuentro mi hogar.

Veo al Amor sufriente, al Amor Crucificado. Y, como destellos en medio de la oscuridad, muy pocas y pequeñas luces dispersas en el mundo.Y supe entonces… esas luces somos su pequeño grano de mostaza, el que sufre y consuela, el que ama y espera, el que camina y acompaña al Amor escondido, al Dios que no es amado.

Mensaje del Camino Sencillo:Jesús me ha enseñado a mirar con los ojos del alma. A entrar en el silencio del corazón para ver con Él. En este camino oculto y pequeño, el alma se transforma no por lo que entiende, sino por lo que contempla desde la Cruz.“Mi pequeña, permanece conmigo en el silencio de la Cruz, permíteme revelarte los secretos de mi Amor oculto en la Eucaristía.”

Este es el Camino Sencillo: Ver, escuchar y responder desde el corazón. Creer sin comprender, amar sin esperar, sufrir sin resistir.