La duda nos separa de Dios y hace surgir una identidad pusilánime y tímida. El asombro conduce al santo silencio de descansar con confianza en la Sabiduría Divina.
La Duda frente al Asombro
15/2/24
2/4/23 — Domingo de Ramos
Perseverad en el Amor como Yo lo Hice Durante la Oscuridad de Mi Pasión.
Yo Soy Aquel que viene al mundo para salvarlo de la muerte.
Yo Soy Aquel que ha sido enviado por el Padre, porque os ha amado fielmente desde el principio de los tiempos.
Yo Soy Aquel que continúa vivo en el mundo por medio de la Eucaristía, y vivo y presente en Mis hostias vivas.
Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, continúan presentes en el mundo, haciendo que se cumpla el plan de salvación de Dios. La majestad, la grandeza y la bondad de Dios se manifestarán ante todos los hombres, pues Él escucha el clamor de los pobres. Él es Amor y el Amor vencerá a toda oscuridad y hará que se cumplan Mi muerte y Resurrección. Vine al mundo enviado por el Padre para cumplir Su plan perfecto de salvación. El plan de Dios se está cumpliendo en medio de la gran oscuridad de Satanás.
Cree, granito de mostaza Mío, cree que cada uno de vosotros está siendo formado como Mis víctimas de amor para ser Mi Luz en la oscuridad. Mi Luz ha vencido a la muerte, y el cumplimiento del plan de salvación de Abba se realizará por medio de las víctimas de amor de Dios pasadas, presentes y futuras. Vosotras sois una conmigo, víctimas de amor de Dios, para vencer la oscuridad por medio de vuestra unión en Mi sacrificio de amor.
Creed y no dudéis durante el tiempo de la gran destrucción que se aproxima. Perseverad en el amor como Yo lo hice durante la oscuridad de Mi pasión. Rezad, rezad, rezad y velad, y tendréis la fuerza para perseverar como santos de Dios de los últimos tiempos.
El Señor comienza el mensaje anterior de la Semana Santa de 2023 afirmando la verdad de quién es Él, Su presencia viva en el mundo y que el plan de salvación de Dios se está cumpliendo en medio de la oscuridad actual. Luego, nos exhorta a CREER y a no dudar.
Para llegar a creer y tener una confianza perfecta, primero debemos enfrentarnos a la verdad de nuestras dudas y comprender de dónde procede nuestra duda. Éste es el camino de la purificación y del santo silencio.
La duda da lugar a un silencio profano, porque pone fin a la discusión sobre la verdad de Dios. La persona humana no puede comprender los caminos de Dios; cuando la fe es aún inmadura y débil, el orgullo y el amor propio humanos pueden determinar rápidamente que Dios no existe. Se duda de la verdad de que Dios es amor porque no concuerda con el plan de la persona para la vida y el mundo que la rodea. Cuántas veces oímos o incluso hemos dicho nosotros mismos: "¿Cómo puede permitir Dios que ocurra esto?", o "Dios no existe porque nunca permitiría esto", etc.
Por eso el Señor nos llama específicamente a "no dudar durante el tiempo de la gran destrucción". Nuestras tendencias desordenadas a dudar suelen aparecer cuando Dios permite las tormentas de nuestra vida, como vemos tan claramente en la vida de los israelitas que atravesaban el desierto. Esta duda revela nuestra falta de fe.
Cuando nuestra fe aún no es sólida como un ancla clavada profundamente en la arena para evitar que la barca vaya a la deriva en medio de las olas y el viento, dudamos, y esto hace que seamos indecisos; entonces el viento puede llevarnos fácilmente de un lado a otro, o de un estado de ánimo a otro.
Pero que pida con fe, sin titubear nada, pues el que titubea se parece a una ola del mar agitada y sacudida por el viento. No se crea un individuo así que va a recibir algo del Señor; es un hombre inconstante, indeciso en todos sus caminos. (Santiago 1,6-7)
Por eso el Señor nos suplica desde el principio: ¡Cree, hija Mía/hijo Mío, cree!
El miedo y la duda, porque son una reacción a la falta de confianza y al abandono, actúan como una barrera que nos impide hacernos uno con Jesús, y por Él, con Él y en Él, permitir que Dios haga lo imposible: Sus poderosas obras y milagros. Por eso, nuestro viaje de toda una vida por el estrecho camino de la Cruz consiste en llegar a conocer nuestros miedos y dudas y, con la ayuda del Espíritu Santo, "Señor, ayúdame", recibir las gracias para atravesar cada miedo.
En el siguiente mensaje del 8 de noviembre de 2022, el Señor explica lo importante que es para todos llegar a conocer nuestra condición humana caída. Dice explícitamente que "DEBEMOS" comprender, es decir, recibir el autoconocimiento, de nuestra condición caída y de nuestras tendencias desordenadas. La labor del santo silencio es siempre llevarnos a la luz, pues ésta es la base de la verdadera humildad.
Entonces el Señor dice en este mensaje: "Sal de tu escondite y enfréntate a Mí". Para creer en el amor de Dios que quiere liberarnos, debemos elegir enfrentarnos a Él con todas nuestras tendencias desordenadas y nuestros pecados. Sin el valor de salir del escondite, que además es escondernos de nosotros mismos, no podemos recibir el amor de Dios. La duda nos separa del amor de Dios.
28/11/22
El Miedo y el Esconderse
Pequeña mía, el miedo que lleva a esconderse forma parte de la condición humana caída a causa del pecado original. El alma humana fue creada por Dios para vivir en el Amor y experimentar la paz y la alegría supremas de ser amada por el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Cuando Adán y Eva pecaron al elegir dudar del amor de Dios, se separaron de Dios, por lo que se ocultaron del Dios que los había creado y amado. El pecado original introdujo en la humanidad el miedo a Dios y el esconderse.
Yo, la Segunda Persona de la Trinidad, el Hijo, vine al mundo para restaurar a la humanidad en el amor del Padre mediante Mi sacrificio perfecto de amor. Tenéis que comprender vuestra condición caída y vuestra tendencia a temer ser rechazados, abandonados, no amados y no abrazados y, por consiguiente, a esconderos para evitar que os hagan daño. Entregadme vuestros miedos. Salid de vuestro escondite y enfrentaos a Mí. Recibid de Mí la gracia del abrazo divino: ser conocidos, queridos y amados en vuestra miseria por Abba, que todo lo sabe y todo lo ve. Aceptad el sufrimiento en la tierra de ser rechazados, burlados, incomprendidos, calumniados, ridiculizados, ignorados y no amados, Conmigo y por Mí. Vivir la vida en la tierra en su plenitud es conocer y vivir en el amor de Dios y aceptar el sufrimiento continuo de vivir en medio de seres humanos en su mayoría incapaces de amar incondicionalmente.
El encuentro con el Amor te mueve a vivir en el abrazo de Dios mientras recibes el quebranto de los demás y sufres por ellos como uno conmigo, por Amor. Ésta es la plenitud de la vida aquí en la tierra.
El Señor también nos suplica que "nunca dudemos de que hemos sido elegidos y preparados para este tiempo de salvación". Esta duda da lugar a una identidad pusilánime y a un propósito timorato de la vida, haciendo que seamos seguidores ineficaces de Cristo porque carecemos de fe y esperanza.
10/8/23
Dios Nos Conduce a la "Tierra de Leche y Miel"
Ha llegado el momento de que la gloria de Dios se haga visible a las multitudes. Esta revelación divina incendiará el mundo con la justicia del Padre, pues Él es Amor. Creed que sois Mis pequeños sostenidos en la palma del Padre para confundir a los poderosos del mundo. El poder y la majestad de Dios actuarán a través de Sus almas víctimas remanentes pasadas, presentes y futuras. Sabed y no dudéis nunca de que habéis sido elegidos y preparados para este tiempo de la historia de la salvación. Vivid cada momento de vuestra vida en gratitud a Dios, que os ama y está con vosotros.
Prepara a Mi granito de mostaza mediante la perseverancia para vivir el Camino por el que os he guiado.
Permaneced en silencio y oración, meditando Mis Palabras, pues Dios os ama y desea obrar a través de vuestra pequeñez para revelar Su grandeza y bondad. Sed dóciles y perfectamente obedientes a cada una de Mis Palabras. Vivid en perfecta fe y esperanza en el Dios que os ama y camina con vosotros en estos tiempos peligrosos, para no abandonaros nunca, sino conduciros a la tierra de leche y miel (Ex 3,8; Lv 20,24; Nm 14,8; Dt 11,9; Jos 5,6; Ez 20,15). Permaneced en mi paz.
Una vez más, nuestro buen Señor nos proporciona dos medios sencillos para crecer en la fe y acallar nuestras dudas:
1. Vive cada momento de tu vida en gratitud a Dios, que te ama y está contigo.
2. Permanece en silencio y oración, meditando Mis Palabras.
La duda es silencio profano y pecado, porque revela la falta de confianza del alma en la verdad de quién es Dios. De nuevo, el Señor reitera el 4 de octubre de 2023 que la confianza en Él crece a medida que "vemos continuamente nuestra debilidad y pecaminosidad".
Poned toda vuestra confianza en Mí mientras veis continuamente vuestra debilidad y vuestro pecado, pues es Mi gracia, obtenida para vosotros por Mi pasión y resurrección, la que os hará santos como Yo soy santo, si perseveráis diariamente en vivir el camino que os he dado a conocer. 4/10/23
También, en este mensaje, Jesús nos anima a "PERSEVERAR a través del largo y agotador camino de la purificación".
Dios está levantando a los pocos que poseerán Su poder para derrotar a Satanás y ayudar a purificar Mi Iglesia. Estos pocos son Sus almas víctimas, pasadas, presentes y futuras, que han perseverado a través del largo y fatigoso camino de la purificación y, unidos a María, se han hecho uno en Mi sacrificio de amor.
En el último párrafo de este mensaje, el Señor nos dice que Dios nos ha confiado Su manual de formación para los santos de los últimos tiempos. ¿Creemos o dudamos? Si de verdad creemos en este don del amor de Dios por nosotros y por la Iglesia, ¿nos entregamos por entero a reflexionar y vivir lo que Él ha dicho? ¿Creemos o seguimos dudando de las promesas que Dios nos ha hecho si perseveramos en el camino de la Cruz? Son preguntas importantes para la Cuaresma.
El manual de formación de Dios para sus santos de los últimos tiempos te ha sido confiado a ti, y al granito de mostaza de Amor Crucificado. Cada uno de vosotros ha de seguir recibiendo este don de Dios como su perla preciada y comprometerse diariamente a meditar Mis palabras y a vivir Mi camino con gran atención y diligencia. Mi camino de la Cruz no es fácil, pero a los que perseveren, Dios les bendecirá abundantemente con la gracia de convertirse en los nuevos hombres y mujeres del Reino de Dios en la tierra, y Él marcará el comienzo de un nuevo amanecer para la humanidad a través de las pocas víctimas de amor.
Alégrate, pequeña Mía, ALÉGRATE y CREE.
El asombro es lo contrario de la duda.
El P. Nortz, del libro Santo Silencio, escribe sobre el asombro
La primera actitud fundamental que nos dispone a Dios y a sus planes es el asombro. Es también el origen de nuestra búsqueda de Dios. El asombro es un sentimiento complejo que implica sorpresa, perplejidad, admiración y, lo que es más importante, la expectativa de una solución a nuestra perplejidad. Cuando María preguntó a San Gabriel: "¿Cómo puede ser esto?". No expresaba en modo alguno duda, sino que buscaba una respuesta para comprender el significado del mensaje del ángel. Zacarías, por su parte, hizo la misma pregunta: "¿Cómo puede ser esto?", como expresión de incredulidad. Está diciendo: "Eso no tiene sentido para mí; por lo tanto, no tiene ningún sentido.”
El asombro provoca una perplejidad inicial, pero conduce al santo silencio de descansar con confianza en la Sabiduría Divina.
El 18 de septiembre de 2011, Jesús habló de cómo Su Madre vivía en un constante estado de asombro ("maravillarse"):
"Mi alma proclama la grandeza del Señor". Pequeña Mía, las primeras palabras de la boca de Mi Madre al entrar en la casa de Isabel. Medita estas palabras Conmigo. Mi Madre vivió su vida alabando al Padre. Ella vivió en la constante conciencia de Quién es el Padre. Su alma estaba en un constante estado de asombro.
Vivir consumida en el abrazo de Dios, en el Corazón del Padre, significa vivir en el silencio de un continuo doblegarme, un someterme constantemente a la soberanía de Dios. Me postro de rodillas y me someto a mi Dios en todo momento. Vivir en el abrazo del Espíritu Santo es la conciencia constante de quien soy —nada— y en la santa presencia de Dios Todopoderoso. Es un estado de silencio en el que vivo continuamente mi "pequeñez" maravillada por el poder, la majestad, la bondad, la amabilidad la misericordia y el amor de Dios.
Comments