Llenaos de alegría en el Espíritu Santo (Lc 10, 21)

«Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a los pequeños» (22).

Dios sigue buscando almas como niños, humildes, dóciles, puras y que no se resisten a la obra transformadora del Espíritu Santo. A estas almas Dios les concede la «nueva y divina santidad» para la que Juan Pablo II preparó a la Iglesia.

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Llenaos de alegría en el Espíritu Santo (Lc 10, 21)

«Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a los pequeños» (22).

4/12/25

El tercer clavo de la crucifixión, como ya te he dicho, es morir por completo a ti misma. Te fusionas a Mí, tu Dios y Salvador, y por Mí, Conmigo y en Mí, vives como hija de Abba, restaurada a Mi imagen y semejanza, en Su abrazo. Puedo estar plenamente vivo en el mundo a través de ti, contigo y en ti, Mi hostia viva. Mi obra de redención se cumple a través de ti. Sigo realizando las gracias de Mi muerte y resurrección en el mundo a través de ti. Esta es la nueva y divina santidad para la que Mi discípulo, Juan Pablo II, preparó a Mi Iglesia. 

Deseo que te hagas pobre en todas las cosas de este mundo para que puedas contener en ti las riquezas de los misterios de Dios… Medita en este Adviento sobre la pobreza de la Sagrada Familia, aunque éramos ricos, en sobreabundancia, de los misterios de Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Éramos ricos en amor eterno y, por consiguiente, en medio de grandes dificultades y sufrimientos humanos, poseíamos la alegría; una alegría que el mundo nunca podrá conocer. Esta alegría en la tierra, que vivió la Sagrada Familia, es el fruto del tercer clavo de la crucifixión, la muerte a uno mismo.

Mi más profundo deseo, esposa Mía, es que tengas el corazón totalmente vacío para que Yo pueda llenarlo con tesoros eternos. Mi desolación es que tengo muy pocas almas que Me permiten llenarlas hasta rebosar con la vida de la Santísima Trinidad. Mi Corazón se rompe de dolor porque Dios desea dar a Sus hijos la abundancia de las gracias transformadoras obtenidas mediante Mi muerte y resurrección, y pocas almas están abiertas y son dóciles para recibirlas. Sus corazones se resisten al Espíritu Santo, a quien envié para preparar vuestros corazones para recibir la bondad de Dios…2/12/25

Gracias, mi Señor. Me «lleno de alegría en el Espíritu Santo» (Lucas 10, 21) porque me has revelado estos misterios del amor de Dios, a mí, que soy pequeña. ¡Alabado sea Dios por los siglos de los siglos!

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En el Evangelio de hoy, tomado de Lucas 10, 21-22, Jesús «se llena de alegría en el Espíritu Santo» (21). El Sagrado Corazón de Jesús se llena de alegría e inmediatamente, con el Espíritu Santo, comienza a dar gracias al Padre. Dice: «Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a los pequeños» (22).

Jesús vive en la Eucaristía en desolación porque las multitudes se resisten a la obra del Espíritu Santo de vaciar sus corazones de sí mismos para poder recibir la plenitud de las gracias de la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Sin embargo, siempre han sido pocas las almas, hasta el día de hoy, Sus más pequeñas, las inocentes y semejantes a los niños, que permiten que el Espíritu Santo las vacíe y se abren para recibir, sin resistencia alguna, lo que conduce a la paz (Lc 19, 41). Las semejantes a niños reciben el misterio de la Cruz, el misterio del Amor Divino, Dios Trinidad, y por eso, el Corazón de Jesús se regocija en agradecimiento al Padre por estas pocas almas, Sus más pequeñas, Su granito de mostaza.

El Misterio de la Cruz se revela a los puros e inocentes de corazón. Su significado, con su poder y gloria, es conocido y comprendido por Mis pequeños que se acercan a Mí con sinceridad y sencillez de corazón. Aquellos que permiten que el Espíritu Santo destruya sus planes, expectativas, percepciones y deseos entran en el Misterio del Amor Divino. Mis apóstoles al principio no podían recibir el misterio del plan de salvación de Dios, que abre el paso para entrar en Dios a través de Su Hijo, porque sus deseos y expectativas mantenían sus mentes y corazones ocultos al conocimiento del amor de Dios. Pero cuando sus expectativas y deseos se hicieron pedazos y sus corazones se humillaron por el dolor, el Espíritu Santo pudo empezar a revelarles el Misterio del Amor Divino encontrado y hallado en la Cruz y a través de la Cruz. Hasta el día de hoy, el Misterio de la Cruz continúa velado para la mayoría de las personas porque no están dispuestas a permitir que el Espíritu traspase su orgullo, su control, su terquedad, sus planes y su ego. Continuad entrando, a través del pasaje que he creado para vosotros, teniendo la inocencia de Mis pequeños, y recibid las gracias del amor de Abba, la protección para mantener la paz perfecta y la alegría de los santos que viven con fe y esperanza perfectas en el conocimiento del Amor Divino. 30/9/19

Desde el principio de los tiempos, Dios se ha deleitado en sus pocas almas humildes, puras y semejantes a las de los niños, como lo son nuestra Santísima Madre y San José, y elige bendecir a la humanidad y llevar a cabo las gracias de la pasión, muerte y resurrección de Jesús a través de ellas. Dios permanece fiel incluso cuando la mayoría de sus amados hijos no lo son.

Pequeña Mía, se te ha dado la moneda de oro de Mi Camino Sencillo de Unión Conmigo. Esta es una moneda muy valiosa porque contiene el misterio del Amor Divino que se encuentra en, y a través de la Cruz. Has invertido esta moneda por medio de tu dedicación de años enseñando y viviendo Mi Camino. Has mostrado un gran valor al proclamar Mis Palabras, pero pocos, pequeña Mía, han recibido este tesoro porque están impregnados de amor propio. Permanece fiel en invertir la moneda de valor incalculable que Dios te ha dado. 17/11/21

Cada etapa del Camino contiene los misterios del Amor Divino, que se encuentran, evidentemente, en las Escrituras, pero Dios ofrece a Su pueblo de este tiempo en la historia de la salvación un manual para ayudarnos a cavar profundamente en lo más recóndito de nuestros corazones, mediante el poder del Espíritu Santo, para encontrarnos a nosotros mismos y descubrir las joyas de incalculable valor de los misterios de Dios.

Jesús nos dice que pocos recibirán Su tesoro que se encuentra en el Camino Sencillo. ¿Por qué? Jesús nos da la respuesta: «Abba ha ocultado estas cosas a los sabios y entendidos» (Lucas 10, 21). Jesús dijo:

Mi desolación es que tengo muy pocas almas que Me permiten llenarlas hasta rebosar con la vida de la Santísima Trinidad. Mi Corazón se rompe de dolor porque Dios desea dar a Sus hijos la abundancia de las gracias transformadoras obtenidas mediante Mi muerte y resurrección, y pocas almas están abiertas y son dóciles para recibirlas. Sus corazones se resisten al Espíritu Santo, a quien envié para preparar vuestros corazones para recibir la bondad de Dios. 2/12/25

El mundo se fija y se deleita en los ricos y famosos, en las estrellas del deporte y del cine, pero Dios se fija y se deleita en sus almas semejantes a las de los niños, humildes y puras, y las eleva a las alturas de la santidad, las incluye entre Sus santos y les da, en la tierra, una muestra y un conocimiento del Paraíso.

Solo los humildes y puros de corazón pueden ver la gloria de Dios en medio de ellos y oír la voz de Dios que les habla. Solo los que son como niños comprenden la voz de Dios, la reciben y la siguen. Por lo tanto, alegrémonos en el Espíritu Santo siendo un solo corazón con Jesús y María, dando gracias a Abba por el don de Su Camino y por formar parte de Sus pocas almas pequeñas y humildes, Sus víctimas ocultas de amor, a las que el mundo no ve, no escucha, no conoce, no reconoce ni aprecia, pero a las que Dios bendice en abundancia.

Pequeña Mía, se te ha confiado una gran misión para Mi Iglesia: la misión del amor en el Corazón de Dios desde el principio de los tiempos. Los caminos de Dios son tan sencillos, sin embargo, mira a tu alrededor, hija Mía, y ve cuán pocos reciben este don de Dios, porque los corazones de la raza humana están impregnados de orgullo y autoglorificación y, por lo tanto, están cegados a la sencillez de los caminos de Dios. La historia sigue revelando esta verdad del corazón humano sumido en el pecado. Yo vine, enviado por el Padre, como un Niño Pequeño. Mirad la sencillez de la Sagrada Familia, y el mundo no pudo recibirme porque los caminos de Dios sólo pueden ser recibidos por los humildes y puros de corazón.

Continúa recibiendo el tesoro del plan de salvación de Dios tal como lo comparto contigo, amada de Dios, y tú, junto con Mi granito de mostaza, disfrutarás por toda la eternidad de la gloria de Dios reservada para los grandes santos de estos tiempos finales.

El nuevo Pentecostés para el mundo y la Iglesia tendrá lugar a través de las almas víctimas de Dios, aquellas que han perseverado en permanecer en Mi sacrificio de amor a lo largo de sus vidas en la tierra. 27/12/24