Proclamar

Los profetas del Antiguo Testamento revelan que se necesita un corazón firme para proclamar la verdad de lo que el Señor ha dado a la comunidad Amor Crucificado para la Iglesia.

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Proclamar

9/10/25

El Señor eligió a Jonás para que fuera su profeta y fuera a Nínive a «proclamar contra ella sus crímenes» (Jonás 1, 2). Pero Jonás, temiendo lo que se requería para ser profeta de Dios y proclamar Sus palabras, huyó a Tarsis.

 Después de la terrible experiencia de estar en un barco cuando se desató una gran tormenta y de haber sido arrojado al mar y tragado por un gran pez, y de haber estado en el vientre del pez durante tres días y tres noches, la palabra del Señor vino a Jonás por segunda vez, diciendo: «Ponte en marcha y ve a la gran ciudad de Nínive; allí les anunciarás el mensaje que yo te comunicaré.» (Jonás 3,1-2).

Jonás temía proclamar la palabra de Dios en su calidad de profeta elegido. De hecho, la mayoría de los profetas temen esta tarea porque proclamar significa más que hablar o compartir; requiere anunciar a toda voz, como tuvo que hacer Jonás en las calles de Nínive. Las primeras palabras de Dios a Jonás nos ayudan a comprender lo que significa proclamar. Dios le dice a Jonás: «Proclama contra ella». Proclamar la voz de Dios requiere vulnerabilidad, porque serás juzgado, malinterpretado y perseguido. Tu estabilidad emocional será puesta en duda.

El llamado a «proclamar» los mensajes de Jesús y el Camino Sencillo debería llevarnos a todos ante la presencia de Dios, con nuestras dudas, inseguridades y frustraciones. Este cuestionamiento de nuestro propio camino y el confrontar nuestras limitaciones no es un signo de debilidad, sino más bien una parte integral del crecimiento en este proceso.

Moisés se quejaba a Dios mientras se esforzaba por ejercer su liderazgo con grandes responsabilidades. Sus conversaciones con Dios revelaban una lucha honesta y sincera contra las dudas y las inseguridades. Expresaba continuamente sus frustraciones a Dios mientras se enfrentaba a las constantes quejas de los israelitas. En Éxodo 4:10, Moisés le habla al Señor de sus deficiencias:

«¡Por favor, Señor mío! Yo nunca he sido un hombre con facilidad de palabra, ni siquiera después de que tú has hablado con tu siervo, pues soy torpe de boca y de lengua». 

Los profetas a menudo experimentaban intensas luchas personales mientras llevaban a cabo sus misiones divinas. Jeremías, conocido como el «profeta que lloraba», se enfrentó a una profunda confusión emocional. Se lamentaba: «¿Por qué se ha hecho crónica mi llaga, | enconada e incurable mi herida?» (Jeremías 15, 18).

Elías, otro profeta destacado, se enfrentó a un gran desánimo y temor. Tras su victoria sobre los profetas de Baal, huyó de la reina Jezabel, que quería matarlo. En su desesperación, Elías oró: «¡Ya es demasiado, Señor! ¡Toma mi vida, pues no soy mejor que mis padres!».  (1 Reyes 19, 4).

Los profetas a menudo se enfrentaban a la hostilidad de las mismas personas a las que se les había enviado para advertir. A Isaías se le ordenó predicar a un pueblo que no entendería ni percibiría su mensaje (Isaías 6, 9-10). De manera similar, a Ezequiel se le dijo que la casa de Israel no le escucharía porque eran «de dura cerviz y corazón obstinado» (Ezequiel 3, 7).

Jesús ha sido muy claro al dejarme saber que nuestra proclamación será difícil. En el 2021 dijo:

serás enviada a hablar la verdad de Mi Reino que está siendo establecido en la tierra, y hablarás la verdad del Reino de destrucción de Satanás, sin embargo, pocos te escucharán, pocos te seguirán. Prepárate para un camino difícil por el extenuante sendero de Mi pasión. Experimentarás Mi soledad, el agotamiento, las luchas internas, la furia de Satanás y sus principados, la traición de Mi Iglesia y, al final, el martirio conmigo, tu Amado. Has de saber, pequeña Mía, que no estás sola; Yo estoy contigo y con los pocos que permanecerán fieles, recorriendo Mi estrecho camino contigo. Persevera hasta el final, y serás testigo de la Jerusalén celestial establecida en la tierra para gloria de Dios, y te regocijarás a Mi derecha con los 144.000 que resistieron, por amor a Mí, hasta el final. 1/12/21

El beato padre Michael Sopoćko se enfrentó a importantes retos a la hora de difundir los mensajes de santa Faustina, entre ellos el escepticismo de los demás y la prohibición temporal de la devoción a la Divina Misericordia. Muchos, incluidas las autoridades eclesiásticas, se mostraron escépticos ante las visiones de Faustina. Esto dificultó a Sopoćko obtener apoyo para sus mensajes. Él mismo también tuvo dudas respecto a la autenticidad de las revelaciones de Faustina, que más tarde superó mediante la oración y la reflexión. Su perseverancia es un testimonio del poder de la fe para superar obstáculos.

El 28 de septiembre del 2025, yo también estaba teniendo dificultades con el llamado y le pregunté al Señor: «¿acaso me falta caridad porque no he estado tan disponible para mis padres ya ancianos y para otros miembros de mi familia más extensa, como sí lo han estado algunos de mis hermanos?».

Mi otra pregunta se refería al miedo: «¿Me impide el miedo dejar que las palabras de Jesús «calen en mis oídos» y en mi corazón? ¿Me ha impedido mi miedo, asociado a mi deseo de ser apreciada y comprendida, proclamar abiertamente las palabras de Dios? ¿Estoy haciendo la voluntad de Dios y en qué aspectos no estoy respondiendo a Su voluntad?».

Jesús respondió:

Pequeña Mía, me complace tu pregunta, pues revela tu sincero deseo de buscar Mi voluntad. Pequeña Mía, la misión de Dios te ha sido encomendada; eso significa que tienes la responsabilidad de vaciarte para recibir la misión y proclamarla con tu vida. Debes entregarte por completo para vivir y proclamar lo que se te ha dado. Por lo tanto, serás malinterpretada y juzgada por muchos, especialmente por aquellos más cercanos a ti. Este ha sido el sufrimiento de todos los profetas desde el principio de los tiempos. Vive este sufrimiento como un solo corazón conmigo para el cumplimiento de la misión que se te ha encomendado.

Volví a preguntar: ¿Mi Señor, me ha impedido el miedo recibir tus palabras profundamente en mi corazón para creerlas con toda mi mente y mi corazón, y proclamarlas a los cuatro vientos? El Señor respondió:

Sí, pequeña Mía, pero esto también es un proceso que todos Mis profetas han de vivir. Has respondido con celo y valentía, y ahora estás pasando por la purificación que te permitirá, por amor a Dios Trinidad, proclamar la verdad de Mis palabras a todas las gentes, con corazón firme. Quédate en paz. 28/9/25

Jesús nos enseñó que siempre nos acompañará el sentimiento del miedo, pero que debemos elegir superar ese miedo para hacer lo más difícil y, de esa manera, el miedo no nos paralizará.

Esto me llevó a una profunda reflexión personal. Jesús me ha estado hablando desde el 2006, diciéndome lo que va a suceder en el mundo. Han sido palabras difíciles de recibir, palabras que también a mí me pueden dar miedo. Al mismo tiempo, Sus palabras han revelado un Camino de formación para Sus santos de estos tiempos finales, lo que nos ha aportado a mí y a muchos de ustedes una nueva vida en Cristo. Mis propios «buenos» planes, deseos, metas y expectativas han tenido que pasar por un proceso de muerte, una muerte lenta que continúa hasta el día de hoy. Y ahora Él me está confrontando con mi miedo a proclamar Sus palabras a todas las personas y en todas partes. Mi miedo tiene su origen en mi apego a lo que los demás piensan de mí, ya que quiero gustar y ser aceptada. Recibir profundamente en mis oídos y en mi corazón lo que el Señor está diciendo significa que ahora debo elegir superar mi miedo y hacer lo que me resulta más difícil, que es confrontar a los demás con la verdad.

Me ha tomado mucho tiempo salir de mi escondite debido al miedo. Este largo proceso de enfrentar mis miedos y mi tendencia a esconderme también ha sido la forma en que he crecido en valentía, para poder ser obediente a la voz de Dios que ha dicho:

—Debes tener el valor de proclamar Mi voz desde lo alto de las colinas, porque no entiendes el poco tiempo que queda. Se acerca el momento para que Mis profetas se manifiesten. Sí, proclama Mi voz en tu página web. Las enseñanzas que das a Amor Crucificado deben darse a todo Mi pueblo. Tú eres la última advertencia antes de la gran destrucción. Ten valor, hija Mía, para morir unida al Amor crucificado… Llámalos al arrepentimiento porque el tiempo de Mi misericordia está llegando a su fin. 10/8/11

Responder plenamente al Señor significa que, en ocasiones, debo decir «no» a mis hijos adultos y a las exigencias de tener 18 nietos, para poder dedicarme por completo a la misión que Él me ha encomendado. En el Evangelio de Lucas, Jesús le dijo a un hombre: «Sígueme», y el hombre respondió: «Señor, primero déjame ir a enterrar a mi padre». Pero Jesús le dijo: «Deja que los muertos entierren a sus muertos; pero tú, ve y proclama el reino de Dios» (9, 59-60). En el capítulo siguiente de Lucas, María también tuvo que tomar una decisión difícil. Ella se negó a ayudar a su hermana Marta a servir a Jesús y a los invitados. Podemos estar seguros de que, en su corazón, Marta juzgaba a María y se sentía bastante frustrada con ella. Sin embargo, Jesús confirma que María tomó la decisión correcta. Cuando tú y yo decidimos entregarnos por completo a la misión que Dios nos ha encomendado y a proclamarla, también nosotros seremos incomprendidos y juzgados por nuestras familias. Debemos estar preparados para este sufrimiento y soportarlo con paciencia y un corazón resuelto.

En el mensaje del 28 de septiembre del 2025, Jesús concluyó diciendo: « Proclama la verdad de mis palabras a todas las gentes, con corazón firme.»

Comprender las características de un corazón firme es esencial para nuestra vocación de proclamar lo que el Señor nos ha dicho. Las características clave de un corazón firme son:

* Fe inquebrantable: Un corazón firme se fundamenta en una creencia sólida en las promesas y la presencia de Dios.

* Convicción resuelta: Significa mantenerse firme en la verdad de Dios y resistirse a dejarse influir por las dudas o las presiones externas.

* Resistencia y perseverancia: Esta cualidad permite soportar las pruebas y el sufrimiento, manteniendo la esperanza en que Dios cumplirá Sus promesas.

* Paz interior: Un corazón firme experimenta una paz y una seguridad que trascienden el entendimiento, incluso en medio del caos.

* Confianza en Dios: Un corazón así se basa en la convicción interior y segura de que Dios es soberano y proporcionará la fuerza necesaria para superar los retos.

Dios me ha llamado a proclamar a los cuatro vientos lo que Él dice en mi corazón. Sin embargo, este es también el llamado de cada MDC y MC. Él nos ha dado un Camino vivo que nos transforma en sus hostias vivas y cálices vivos. Estas almas, transformadas en Amor crucificado y participando como un solo corazón con Cristo y María en Su vida Eucarística, darán paso al Reinado Eucarístico de Jesús en unión con el Reinado del Inmaculado Corazón de María. Sin embargo, Él también me advierte que esta misión de proclamar no será fácil y que, al final, me costará la vida:

Hija Mía, estoy vivo y presente en el mundo en Mi Eucaristía, pero Mi presencia viva toma forma humana en Mis hostias vivas. Cuando me hago vivo en ti, por medio del poder del Espíritu Santo, ya no eres tú sino Yo quien vive y Soy en ti. Soy capaz de hablar a través de tus labios; Mi voz se hace audible a través de ti; Mis manos tocan y curan a través de tus manos… Me muevo fuera del Tabernáculo a través de ti, llegando así a cualquier rincón del mundo. El poder de Dios se difunde a través de Mis hostias vivas, y la vida nueva se da a muchos a través de Mis cálices vivos de Mi preciosísima Sangre. Debes proclamar a los cuatro vientos lo que me oyes susurrar en tu corazón (Mt. 10, 27). Esta es Mi fuerza oculta que se extenderá por el mundo y tiene el poder de Dios.

Hija Mía, ¿me negarás lo que te pido en lo más profundo de tu corazón? Pequeña Mía, no será fácil, de hecho, te costará la vida, pero ¿no es eso lo que Me diste en tu fíat, tu propia vida? 9/7/11

Por último, terminaré esta reflexión volviendo a Jonás. Jonás estaba enfadado porque Dios no destruyó Nínive. Dios reveló Su infinita misericordia, incluso hacia los enemigos de los israelitas. Si las profecías de destrucción que Dios me ha dado no se cumplen porque Sus almas víctimas ocultas han apaciguado la justicia de Dios, ¿eso tambaleará mi fe en Sus palabras? Si los mensajes no se creen porque no se cumplen profecías específicas y se me percibe como un falso profeta, ¿dudaré o permaneceré firme en la fe, la esperanza y el amor perfectos, proclamando la bondad del Señor?

Pequeña Mía, cada alma víctima tiene un gran poder para aplacar la justicia de Dios y propiciar Mi venida. Seré conocido, adorado y amado en la Eucaristía. La nueva Jerusalén se establecerá en la tierra, y un tiempo maravilloso comenzará a florecer en la tierra. Aplacad la justicia de Dios por medio de vuestras vidas como Mis víctimas de amor. 5/10/22